lunes, diciembre 11

París, la magia de la Navidad

Sería muy pretencioso intentar resumir todo lo que París ofrece en Navidad, porque las posibilidades son tan variadas como uno pueda imaginar y tan apetecibles como el simple hecho de pasar allí unas fiestas tan señaladas. Por eso, intentaremos destacar algunas de las actividades más recomendables, empezando por la obligada visita a los Campos Elíseos. Allí se concentra el mercadillo navideño más grande de la ciudad, toda una tentación para grandes y pequeños. El titular se resumiría en: espíritu navideño en estado puro. Desde las 11 de la mañana hasta las 11 de la noche, esta zona se constituye como el centro neurálgico de la Navidad, decenas de casetas de madera se extienden desde la Plaza de la Concordia hasta la rotonda de los Campos Elíseos. 

Más de 2,5 kilómetros de ilusión en los que no faltan pistas de patinaje, árboles engalanados, las más variadas actividades de ocio, puestos de artesanía, innumerables casetas de comida y bebida propias no sólo París si no también de otras regiones francesas, y un largo etcétera. Una vez seamos capaces de atravesar este largo y tumultuoso recorrido llegaremos hasta los Campos Elíseos, donde nos miraremos frente a frente con una avenida exquisitamente decorada e iluminada, presidida por el siempre majestuoso Arco del Triunfo.

La Torre Eiffel por dentro y por fuera

Otra experiencia ciertamente obligada, es visitar la Torre Eiffel, a sus pies también nos podemos encontrar con un mercado navideño que se extiende por Champs de Mars. Previa cola, eso sí, podremos acceder al interior de la torre y subir hasta la cima mediante ascensor o a pie. Dentro podremos disfrutar unas vistas de París simplemente espectaculares. El monumento más emblemático de Francia ofrece varias opciones como un bar de champagne en la cima, buffet, espacios culturales, áreas de descanso, tiendas de souvenirs, así como dos restaurantes, el Julio Verne y el 58 Tour Eiffel, este último muy recomendable por la relación calidad precio.

En los Invalides

Cada año, la capital reinventa su oferta navideña y ya en 2016 ofrecía la posibilidad de disfrutar de un binomio exquisito que combina música sacra con un original juego de iluminación en el Museo del Ejército, donde se encuentra la tumba de Napoleón.

De compras

Si lo que nos apetece es pasear, ver tiendas y dejarnos embriagar por el lujo y la sofisticación parisina, lo recomendable es perderse por la Plaza Vendome, por la Rue Saint Honoré, por la Rue Royale, por la Madeleine, por Ópera y callejear las zonas más caras y exclusivas de París. Cualquiera de estos fabulosos rincones luce una cultura única del arte del escaparatismo. Podemos seguir el recorrido hasta el Bulevar Haussman, con parada en los escaparates de las galerías Printemps y Lafayette. Siempre sorprendentes y originales tanto por fuera como por dentro. Mirad que maravilla…

Se puede aprovechar la ocasión para visitar los míticos almacenes Lafayette también por dentro, y disfrutar la su decoración, de las firmas más prohibitivas y de las espectaculares panorámicas desde la terraza de la última planta. Una buena opción para descansar y retomar fuerzas es su restaurante buffet, buenos precios y mejores vistas.

París, el sabor de la Navidad

Uno de los muchos aspectos en los que poner el acento cuando hablamos de París es el de la gastronomía. Como hemos señalado más arriba, cada mercadillo navideño se convierte en una tentación gastronómica, así como las deliciosas tiendas gourmet que hay por toda la ciudad.Destacamos, muy especialmente, todo del cosmos delicatessen que podemos encontrar aglutinado en las galerías Lafayette, digno de ver y, por supuesto, de probar. Una imagen vale más que mil palabras.

La Navidad, pues, tiene sabor propio en París y, por ello, cada rincón sorprende con creativas tentaciones culinarias, regalos en forma de cestas de fruta, exuberantes bandejas de mariscos para despedir el año, refinada pastelería, exclusivos quesos y un sinfín de propuestas sólo aptas para los paladares más exquisitos.

Magia e ilusión

Si lo que buscamos es disfrutar con los más peques o bien disfrutar como peques, en la agenda no puede faltar una visita a EuroDisney. Desde París es muy cómodo ir al archiconocido parque, pues sólo hace falta coger el RER (es decir, el tren cercanías) y buscar a Mickey. Otras opciones, además de los ya citados escaparates temáticos que podemos encontrar en las galerías Lafayette y Printemps, y, por supuesto de los múltiples mercadillos que inundan la ciudad, es visitar el Circo de Invierno de París. Por último, una parada muy recomendable y familiar, es la visita al belén navideño de la Catedral de Notre-Dame, toda una experiencia.

Fin de año en París

La noche Fin de Año en París ofrece tantas posibilidades como seamos capaces de imaginar, desde un crucero por el Senacon cena incluida, hasta disfrutar de una velada de ensueño en Cabaret Latino, el Lido o el Moulin Rouge. Sin embargo, una de nuestras opciones favoritas es disfrutar de la calle, de la gente, de la energía que todos proyectamos para dar la bienvenida al nuevo año y hacerlo en el que se proyecta como el corazón de París para la ocasión, elArco del TriunfoAllí miles de parisinos y turistas venidos de todo el mundo se reúnen para celebrar la salida y entrada del año.Además, desde 2016 se puede disfrutar de una performance proyectada sobre el emblemático monumento. La experiencia, pese al frío, merece la pena. Bon voyage!