lunes, diciembre 11

París, cafés con encanto

Café de Flore

Situado en el número 172 del Boulevard Saint-Germain, este histórico local fundado durante la Tercera República Francesa, ha visto entrar a su mítica sala a personajes como ApollinaraireMax Jacob o André Bretón, convirtiéndose en testigo directo del movimiento dadaísta y surrealista. También resultaba frecuente ver allí a artistas como André Derain, Picasso o los hermanos Giacometti. A partir de 1939, el Café de Flore empieza a frecuentarse por intelectuales de la talla de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, convirtiéndose en uno de los núcleos del desarrollo del movimiento existencialista. Durante la ocupación nazi, los militares alemanes no eran asiduos a este café, lo que llevó a Sartre a confesar que… 

“Durante cuatro años, los caminos del Flore fueron para mí los caminos de la libertad”.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se convierte en un lugar habitual de encuentro para escritores como Truman Capote, Hemingway, Margarite Duras o Laurence Durell. Ya en los años 60 los representantes del mundo del cine y de la nouvelle vague hacen de Flore su lugar de encuentro, convirtiéndose así en un espacio mítico de París que aún hoy en día conserva un brillo evocador, misterioso y nostálgico que esconde entre sus paredes historias apasionantes que, sin duda, influyeron el desarrollo intelectual y artístico de Europa. 

Café Les Deux Magots

En el número 6 de la plaza Saint Germain de Prés, nos encontramos con otro de los cafés más legendarios de ParísLes Deux Magots. Su nombre se debe al de una tienda que antaño estaba situada en el mismo lugar y en la que había dos figuras chinas que actualmente aún se conservan en el interior del local. Este establecimiento, cuenta con orgullo que entre sus paredes personalidades de la talla de Rimbaud, Mallarmé, André Gide, Picasso, André Bretón o Paul Verlaine ocuparon sus espacios, convirtiéndose con los años en uno de los locales más influyentes de la vida intelectual y artística de París. Actualmente, conserva el toque sofisticado y lujoso que sigue atrayendo a la clase política, literaria y cultural parisina.

Café Les Philosophes

En el animado barrio de Le Marais, podemos disfrutar de un París en plena ebullición. El histórico barrio judío es la zona ideal para las compras, para disfrutar de alimentos kosher y para vivir el encanto de la ciudad más cosmopolita y abierta, aquél en el que decenas de judíos ortodoxos se entrecruzan entre los locales de ambiente gay más modernos. En esta apetecible escena, descubrimos el café Les Philosophes, uno de los más atractivos y con más encanto de la zona. Este pintoresco local fue antiguo punto de encuentro para los trabajadores judíos a principios del siglo XX y frecuentado por figuras como el político y revolucionario Léon Trotski. Actualmente, cuenta con una selecta clientela que se entreteje con numerosos turistas atraídos por sus exquisitos menús, la selecta carta de vinos y un espectacular pan de higo.

Café Les Deux Molins

Paseando por Montmatre, muchos son los cafés y restaurantes que nos cautivan. En una de las zonas más románticas de París, el arte se respira por todos lados y cada local recuerda la bohème parisina del siglo XIX. Pero decidimos hacer parada en el café-brasserie Les Deux Molins que conocemos gracias a la famosa película de Amelie de Jean-Pierre Jeunet. Situado en el número 15 rue Lepic, es un local muy parisino donde podemos degustar platos sencillos entre turista, entusiastas del film y el cartel oficial del largometraje que preside el local. Como curiosidad, cerca de este café, en la rue des Trois Frères, se encuentra el supermercado del señor Collignon, otra conocida localización de la película.

Café Le Petit Pont

Pasear a orillas del Sena, descubrir la magia de la ciudad y la grandiosidad de la catedral de Notre-Dame, es una cita ineludible cuando visitamos París. El distrito 5º de la ciudad nos ofrece tiendas encantadoras, una oferta gastronómica venida de todo el mundo, un ambiente joven y entusiasta motivado por el gran número de universitarios que se concentran en la zona y, sobre todo, la sensación de estar viviendo al cien por cien el corazón París. En este rincón bullicioso y vibrante, nos podemos deleitar con el típico y suculento petit-déjeuner francés en una de la brasseries con más encanto, Le Petit Pont. Una imagen vale más que mil palabras…

Crêpe a la parisina

A los más golosos, no se les puede escapar la degustación de una crêpe a la parisina. Y eso se resume, nada más y nada menos, que en elegir el sabor que más nos guste y disfrutar de este apetitoso manjar en cualquier rincón de la ciudad. Desde las coquetas cafeterías de los barrios Odeón y Saint-Michel, hasta más las sofisticadas brasseries de Rue Saint Honoré, o bien disfrutar de una crêpe recién hecha mientras paseamos por los alrededores de Sacre-Coeur, a los pies de la Torre Eiffel, a través de los Campos Elíseos…, toda una experiencia que nos hace vivir aún con más sabor los encantos de la ciudad.

Boulangerie Murciano

Como hemos comentado antes, Le Marais es todo un paraíso para los amantes de la gastronomía judía. Los locales donde degustar esta deliciosa comida gotean a cada paso y es difícil saber cuál elegir. Pero en este post no podíamos ni siquiera imaginar hablar de tentaciones gastronómicas en París y no hacer una obligada mención a la pastelería Murciano. Una apuesta por sabores puros e inconfundibles: miel, pistachos, almendras, dátiles, nueces y un largo etcétera de combinaciones sugerentes y casi adictivas que representan la repostería judía más exquisita y tradicional. Simplemente delicioso.

El mundo delicatessen de Lafayette

Las míticas galerías Lafayette son la representación perfecta del lujo y el refinado gusto francés. Acercarse a ellas es toda una experiencia visual, sensorial, olfativa…, pero sobre todo gastronómica. En el número 35 de Boulevard Haussman, nos encontramos más de 3500 metros de pura tentación. Los mejores productos gourmet, alta cocina y la repostería más sofisticada se convierten en todo un regalo para los sentidos.

Para los amantes del chocolate…

…nada mejor que una parada en la tienda de Lind. En el número 11bis Rue Scribe, un privilegiado enclave frente a la majestuosa Ópera de París, se encuentra esta tienda que fascina por la grandísimas oferta de chocolate y sus demostraciones en vivo del arte de hacer arte.

Low-cost

París es caro, de eso no cabe ninguna duda, pero también es cierto que podemos disfrutar de las conocidas formule si queremos que nuestro viaje sea low-cost. En los barrios más turísticos como Saint-Michelle, Odeón, Saint-Germains de Pres o Montmatre siempre encontraremos cafeterías o panaderías en las que probar los típicos croissant o los petit pain aux a un precio razonable.