Si tuviéramos que buscar un titular para describir Venecia ese sería Romanticismo en estado puro. Y es que esta ciudad italiana es toda una joya arquitectónica, singular y envolvente que, al menos, hay que visitar una vez en la vida. En TravellersandCo tuvimos el placer de recorrer sus canales y sus estrechas callejuelas en un viaje a través del arte y de la belleza, que hoy queremos compartir con todos vosotros.
Llegar a Venecia en coche
Como ya sabéis, somos amantes incondicionales de los viajes en coche, y es que no hay nada como perderse por las preciosas tierras italianas antes de llegar al destino prometido, ¿no os parece?. Pero muchos os preguntaréis qué contratiempos puede tener ir a Venecia en coche. Pues os podemos confirmar que ninguno. Nuestra meta fue Mestre-Campalto, una localidad veneciana situada en tierra firme frente a la isla y al lado del aeropuerto Marco Polo. La elección se debió a dos razones, ambas muy prácticas, en Mestre-Campalto no hay ningún problema para aparcar el coche y además hay una buena oferta hotelera en la que la relación calidad-precio es más que aceptable. Nos decidimos por el Hotel Antony, una cadena que cumplió con nuestras expectativas y que además nos facilitó todo tipo de excursiones y acceso a la isla, que está a menos de 15 minutos en autobús. Esta opción, ahorra tener que ir con el equipaje, sorteando canales y turistas por el centro de la isla. Un ahorro de tiempo y energía que viene más que bien para descubrir todo lo que Venecia tiene que ofrecernos.

La cara mágica de Venecia
Concentrar todo la esencia de esta bella ciudad en una visita de fin de semana es imposible. Pese a que Venecia es pequeña, cada rincón merece ser explorado y disfrutado con tiempo. Además, de los edificios y canales más emblemáticos, este singular rincón del mundo promete maravillosos escondites que suponen la mejor experiencia de la ciudad. Si tuviéramos que escoger algunas paradas imprescindibles, nos quedaríamos con la Basílica de San Marcos y el Campanile desde el cual hay unas espectaculares vistas de la ciudad, el Palacio Ducal, el archifamoso Puente de los Suspiros, el Puente de Rialto, la Fenice, los jardines de la Bienalle o el canal de Venecia. En fin, un conjunto monumental único e incomparable que nunca decepciona.
E, indudablemente, lo mejor de Venecia es descubrir a sus gentes, sus barrios y sus costumbres. Paseando sin guía ni destino. Apreciando su aroma romántico, sus edificios impregnados por la huella de un tiempo mágico e imperecedero, compartiendo momentos con sus habitantes, y dejándonos llevar por el carisma sofisticado y abrumador de la ciudad.
La cara no tan oculta de Venecia
Pero…, sí hay un pero. Venecia es una de las ciudades más impresionantes de Italia, y por qué no, del mundo. Aunque hay que elegir muy muy bien la fecha en la que se quiere visitar, ya que es habitual encontrar una gran masificación de turistas ávidos de descubrirlo todo y que convertirán en misión imposible disfrutar de la ciudad sin un palo selfie de por medio. Si aún así os aventuráis a ir en temporada alta, armaros de paciencia porque…
