Una vez más os volvemos a deleitar con una de nuestras paradas gastronómicas favoritas, el Parador de la Arruzafa de Córdoba, ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Un lugar único y lleno de encanto en el que poder conectar con un entorno idílico, protagonizado por los jardines de naranjos, unas estancias acogedoras y una piscina que es el mejor capricho de grandes y pequeños.
El Parador de Córdoba es un edificio moderno, lleno de luz, espacios abiertos y excepcionales vistas a la ciudad. Además, este lugar esconde mucha historia ya que está edificado sobre las ruinas del palacete de verano de Abderramán I.
En esta ocasión, os traemos otra degustación gastronómica local, propia de los califas más sibaritas. Antes de empezar con el festín de color y sabores, queremos dar las gracias una vez más a D. Antonio López, director del Parador, a su esposa Aurora, una anfitriona de lujo, así como a todo el personal que como siempre nos atendió fantásticamente bien. ¡Ha sido un placer compartir mesa y conversación con todos vosotros!
¡Feliz viaje travellers!
Degustación de quesos locales
Una experiencia realmente deliciosa y variada, ideal para los amantes del buen queso

Caprichos califales…, Una tentación más que apetecible para abrir boca…

Delicias de alcachofa y queso…, fusión de sabores que se hace irresistible al paladar

Ensaladilla rusa…, con el toque único del Parador de la Arruzafa

Croquetas de espinacas…, ¿quién se puede resistir?

Berenjenas con miel…, uno de los platos emblemáticos de Córdoba…, simplemente excepcional

Rodaballo al horno…, un delicioso y saludable manjar

Rabo de toro…, el plato estrella de la cocina cordobesa, imposible no probarlo y disfrutarlo

Reventones sefardíes…, este es uno de los postres típicos del Parador, toda una delicia a base de almendras, nueces, azúcar, huevo y canela.
